lunes, 19 de abril de 2010

la varita mágica


hace muchos, pero muchos años, había reyes, y muchos, sino todos, tenían hechicero a su servicio
por esa época, cuentan que una vez el sapo, apareció con la varita del mago Merlín, o bien, era el mago, sino que una bruja, con un "maleficio" lo había convertido en sapo

quien fuera, con la varita desarrugaba pieles de cocodrilo,
quitaba disfraces de presidiario a las zebras,
reducía barrigas a hipopótamos y rinocerontes,
cambiaba de olor a los zorillos,
volvía serios a los tucanes,
daba la velocidad del sonido a gaviotas y tortugas

la lora le pidió un corazón mas grande que el de la jirafa
el elefante, menos panza y mas gracia en la danza


- puede pedirme usted cualquier cosa que yo se la daré -, dijo el sapo a la jirafa que no había pedido nada

- por favor señor sapo, regáleme la varita -, contestó la jirafa

la jirafa levantó la varita, llenó de alegría el corazón de la lora, borró del diccionario la palabra vanidad,
entonces, magos, brujos y hechiceros dejaron de existir y de gobernar y volvieron todos a vivir en la realidad

salió Dios, feliz por la recuperación de la verdad , tomó la varita, la nombró “batuta” y desde esa vez, siempre que él la levanta; grillos, renacuajos, loros, aves, ranas y otros músicos, dan inicio a la sinfonía de la creación

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