martes, 22 de noviembre de 2011

Gertrudis, la garza enamorada


una garza le pidió a don rinoceronte le diera un beso

¡ que desfachatez !

mas que por cariño, mas bien por admiración a su intrepidez, el rinoceronte se lo dio, pero hubo para ello, conseguir una rama de árbol para que la garza subiera y alcanzara su bocota

pasada la pasión y la propia confusión, la garza le pidió otro

- ya te di uno, ¡ eso ha sido todo por hoy !-, dijo el rinoceronte


- ! si me hubieras dicho, no habría cargado este inmenso madero por dos horas ! -, contestó la garza

desde entonces, las aves vuelan para no cargar escalera y a veces a los animales se les ve, con enamorados encima de su cadera